Judith II (Salomè)

A pesar del escándalo que acompañó a su primera pintura de Judith I en 1901, Klimt volvió al tema ocho años más tarde. Judith II tiene un ancho marco de madera en ambos lados. El marco es dorado, pero el fondo de la propia pintura no es dorado, sino que es de un profundo, cálido color naranja-rojizo. Tras El beso, Klimt dejó de utilizar oro como efecto decorativo y volvió al color. Como en Judith I, Klimt representó a su modelo con finos tejidos alrededor de su cuello, una vez más separando su cabeza de su cuerpo. Su torso está parcialmente expuesto por su vestido, que parece habérsele caído de los hombros, y su cuerpo está recortado por el borde del marco de la pintura. Como en la primera pintura, la cabeza de Holofernes está dramáticamente amputada, no solo a la altura del cuello, sino que también a lo largo de la cara, esta vez por una pieza de tela, no por el marco. La yuxtaposición de desnudeza juguetona y seductora y violencia sigue siendo chocante y el detalle de la joyería, los adornos del pelo y el fondo decorado se suma a este inquietante contraste.