La oración nocturna

Hoy es el último día de La hora del crepúsculo. Desde el 3 de enero hasta el día de hoy, presentamos cada domingo obras de la fantástica colección de uno de nuestros museos favoritos del mundo – Skagens Kunstmuseer en Dinamarca. Posee una amplia colección de obras realizadas por miembros de la colonia de pintores de Skagen que vivieron y trabajaron en el área a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Piezas hermosas. Como esta es la segunda colaboración entre DailyArt y el Skagens Kunstmuseer, queremos presentaros cuatro obras dentro de la temática La hora del crepúsculo. No olvidéis de mirar las obras maestras publicadas anteriormente :) La niña pequeña arrodillada es la hija de Anna, Helga. Aunque la familiar Ancher no era muy religiosa, a Helga le habían leído un cuento, y “quería hacer lo mismo que hacía la niña en el relato”. Sobre esta pintura, Anna comentó que “la figura no es muy buena” y “quería transmitir algo solo a través del color”, y este es otro buen ejemplo del método de trabajo de Anna Anchers. Anna fue una pintora de Skagen, que fue aún más allá favoreciendo los colores, texturas y los caprichos de la luz, antes que las figuras. Muchas de sus obras reflejan un estilo completamente diferente al de las pinturas naturalistas que asociamos típicamente con los pintores de Skagen. Tanto si pertenece a uno de sus cientos de estudios sobre el reflejo de la luz del sol sobre paredes interiores, o a uno de sus motivos nocturnos, Anna Ancher siempre enfatiza el hecho de que la pintura es antes que nada una superficie llena de colores. Utilizó los colores y las sombras como elementos importantes en sí mismos, mientras que las figuras son menos relevantes.