Girasoles

Durante las próximas cuatro semanas, cada domingo les estaremos presentando la colección del Kunstmuseum (Museo de Arte) en Bern, Suiza. La creciente colección consiste actualmente en más de 3,000 pinturas y esculturas, así como 48,000 dibujos, reproducciones, fotografías, videos y películas. Los orígenes del museo datan de las ideas revolucionarias a finales del siglo dieciocho, que en 1809 llevaron a que se inaugurara el primer edificio del museo, así estableciendo la Colección de Arte Estatal en 1879 en Bern. Así que disfrútenlo :) Empezaremos con esta pintura magnífica de van Gogh :) ¡Nos vemos mañana!

Vincent van Gogh pintó muchos bodegones florales durante el trayecto de su corta vida como artista. Alrededor de una docena de los bodegones son girasoles, cuatro de ellos (incluyendo la pintura de hoy) no muestran un jarrón de flores en plena floración, sino marchitas sobre la mesa o el piso. Igual que la gente pobre herida por la vida, o los zapatos viejos y usados; el artista consideraba las flores marchitas dignas de ser pintadas. A pesar de que las flores están marchitas, el artista las presenta intensamente vibrantes, dinámicas y llenas de vida. Desde el centro de cada una de las dos flores, pinceladas de distintos colores se expanden por todo el lienzo con movimientos en remolino. Aplicando la pintura con pincelazos rítmicos, el artista ha disuelto completamente la base en donde ambas flores están tendidas. Esto hace que la pintura parezca plana y ya no tridimensional. Como es el caso con casi todas las obras de van Gogh, los colores y la aplicación del color son una expresión de la tensión interna del artista mientras pintaba. Debido a la necesidad económica, van Gogh pintaba sobre algunas de sus obras. Una radiografía de esta pintura revela debajo de los girasoles el bosquejo del retrato de un hombre, probablemente un autorretrato.

Van Gogh le obsequió la pintura a su amigo artista Paul Gauguin. De Gauguin, ambas pinturas llegaron a manos de Ambroise Vollard, un comerciante de arte que las vendió al pintor Edgar Degas. Cuando se liquidó la colección privada de Degas, la pintura llegó a ser propiedad de la familia Hahnloser a principios de los años 1970’s, quienes eventualmente la donaron al museo de arte en Bern.