Ferdinand Hodler
¡Hoy es el día! Como sabéis, cada domingo de este mes presentamos la colección del Museo de Bellas Artes de Berna, en Suiza. Esta es nuestra tercera obra de septiembre :)
La pintura La noche de Ferdinand Hodler parece pesimista y sombría. En un paisaje inhóspito, rodeado de siete figuras durmientes, se puede ver un poderoso hombre que lucha una criatura vestida con un manto negro. Impresiona saber que la figura del centro de la pintura, sobresaltada por una pesadilla, tiene rasgos faciales similares a los de Ferdinand Hodler. La figura oscura y vestida con el manto personifica la muerte como intensificación del sueño. La pintura refleja el temor del artista a la muerte, que se cebó en él desde su niñez más temprana debido al gran número de tragedias que sucedieron en su familia. Esto también explica por qué Hodler escribió en el dorso del lienzo: “Hay muchas personas que se acuestan a dormir por la noche pero no se despiertan por la mañana”.
Hodler se sintió desprotegido e incomprendido a lo largo de toda su vida. Tras una niñez de extrema pobreza y después de haber tenido que enfrentarse de adulto contra los gustos dominantes de la época, realizó una representación simbólica de su propia existencia en la obra La noche: como un artista en lucha, no era comprendido por sus contemporáneos, que duermen a su alrededor.
La pintura es también una representación de la compleja vida amorosa de Hodler. En aquella época, se encontraba dividido entre dos mujeres: la mujer echada a la izquierda de la pintura es su amante Augustine Dupin, mientras que la figura a la derecha de la pintura es su primera esposa Berta Stucki. En esta obra, la noche no se representa principalmente mediante la oscuridad sino por el sueño. Los elementos cruciales de la composición son las líneas horizontales paralelas de las figuras acostadas y su alineamiento más o menos simétrico. Esto revela la creencia de Hodler en el principio formal del “paralelismo”, por medio del cual intenta dar a sus pinturas un mayor poder expresivo.
La noche fue excluida de una exposición del museo Rath de Ginebra, en 1891, por motivos morales. Tras la protesta del público, Hodler expuso la pintura en el palacio electoral y cobró un franco suizo por la entrada. La controversia de la presa lo ayudó a que una gran multitud asistiera a ver la obra. Con las ganancias totales, unos 1000 francos suizos, Hodler pudo pagarse el viaje a París con el que había estado soñando desde hacía tiempo y allí comenzó su carrera internacional.