El beso de la esfinge by Franz von Stuck - 1895 - 162.5 x 145.5 cm Szépművészeti Múzeum El beso de la esfinge by Franz von Stuck - 1895 - 162.5 x 145.5 cm Szépművészeti Múzeum

El beso de la esfinge

óleo sobre lienzo • 162.5 x 145.5 cm
  • Franz von Stuck - Febrero 23, 1863 - Agosto 30, 1928 Franz von Stuck 1895

Stuck fue uno de los fundadores de la Secesión de Múnich, creada en 1892. En 1895, el año en el que esta pintura fue realizada, fue nombrado profesor de la Academia de Bellas Artes, donde fue maestro de Kandinsky y Klee. Además, se le considera el principal exponente del enigmático e imaginario mundo del simbolismo y un modelo a seguir por los pintores experimentales del Múnich de finales del siglo XIX. La adopción letal de la femme fatale, la mujer sensualmente atractiva y demoníaca es un tema recurrente en sus obras. Cada uno de los recursos estilísticos — la composición concentrada en un espacio estrecho, los colores toscos (que desafortunadamente se han oscurecido con el paso del tiempo) y el modelado voluminoso — intensifican las pasiones de la pintura.

En la tradición griega, una esfinge tiene la cabeza humana, las patas de un león y, a veces, las alas de un pájaro y se imagina como traicionera y sin compasión. Aquellos que no pueden dar respuesta a sus enigmas sufren un destino frecuente en estas historias mitológicas: son asesinados y posteriormente este monstruo voraz se los come. Esta terrible versión de una esfinge aparece en el mito y drama de Edipo. Curiosamente, la esfinge egipcia se representa normalmente como un hombre (una androesfinge) y era considerada benevolente pero con una fuerza descomunal, como su malvada versión griega. Ambas se consideraban guardianes y a menudo flanqueaban las entradas de los templos. Los fans de Harry Potter podrían estar confusos, ya que en la versión de JK Rowling la esfinge es como la egipcia pero en mujer.

La pintura es un gran melodrama pintado en un derroche de rojo ardiente. Atrapados en un apasionado beso, la esfinge presiona sus labios contra los del hombre como si fuese un vampiro intentando extraerle la vida. La inspiración para este cuadro, que representa el triunfo de la mujer sobre el hombre, proviene de un poema de Heinrich Heine. En el siglo XIX, la esfinge representaba varios conflictos: la batalla entre los instintos animales y el intelecto, el eterno conflicto entre hombre y mujer o la búsqueda del significado de la existencia humana. En medio de ese conflicto encontramos la esfinge, en esta ocasión una bella y hechizante mujer, posada en una losa. Con sus garras agarra el cuerpo del desafortunado, que fuerza a ponerse de rodillas mientras presiona sus labios contra los suyos. Esta obra causó sensación en Múnich. La policía ordenó quitar todas las reproducciones de las ventanas de las galerías de arte. La pintura se consideró como un símbolo universal de la pasión que conduce a la caída.

- Clinton Pittman