Hieronymus Bosch
San Antonio vivió como un ermitaño en los siglos III y IV. Buscó la iluminación espiritual a través de una vida ascética que incluía el ayuno intenso. Mientras se negaba a sí mismo los placeres, el diablo lo tentaba con frecuencia con visiones de mujeres y bestias y cualquier otra cosa que pudiera alejarlo de sus metas espirituales.
Hieronymus Bosch presenta a San Antonio a lo largo de la orilla de un arroyo llenando una jarra con agua mientras todo tipo de criaturas fantásticas lo tientan con una variedad de comidas y bebidas. Un pez camina en tierra, se le ofrece un ave en un asador y una taza está colocada en la cabeza de una criatura amalgamada. Otro fantasma con una cuchara larga cual pico se sienta en una mesa que flota en el arroyo; la mesa también ofrece comida y una botella. Cuando una rana emerge del arroyo, un embudo con patas blande una espada mientras corre hacia el pez que camina. Ajeno a las tentaciones a su alrededor, San Antonio permanece concentrado y sumerge tranquilamente su jarra en el agua.
Esta pintura caprichosa probablemente sea cortada de un panel más grande, tal vez un ala en un tríptico desconocido de Bosch. Atribuido a la Escuela de Hieronymus Bosch durante la mayor parte del siglo XX, una reciente beca y una intensa revisión científica han demostrado que es de la mano del propio Bosch. La reflectografía infrarroja revela el dibujo subyacente y la reelaboración de la composición típica del artista. En 2016, el Proyecto de Investigación y Conservación de Bosch (BRCP por sus siglas en inglés) lo reconoció como una de las únicas 26 pinturas confirmadas de Bosch.
- Brad Allen (¡quien también es nuestro maravilloso revisor de textos! <3)
¿Qué tan bien conoces la iconografía cristiana? ¿Conoces a los santos? ¡Es hora de una pequeña prueba! Que te diviertas. :)