Noche de verano

Si hubiera una pintura que encapsulara perfectamente el concepto escandinavo de hygge (estado de ánimo acogedor, íntimo, de comodidad) sería Noche de Verano del artista noruego Harald Sohlberg. La pintura captura la vista desde el balcón del apartamento de Sohlberg en Nordstrand, que mira hacia el oeste a través del fiordo de Kristiania. Pensada para conmemorar su compromiso con su prometido, la mesa está preparada para dos; la escena se desarrolla como si los amantes se hubieran marchado. Las agudas líneas gráficas del edificio y el balcón, con la perspectiva de recesión que nos proporciona, nos llevan hacia las colinas azules y la puesta de sol. Incluso el reflejo en las ventanas nos devuelve al paisaje luminoso. Esto juega con una tradición paisajística del norte de atraer nuestra atención de lo cotidiano y lo presente hacia la quietud, la inmensidad del espacio y la eternidad del horizonte.

Al igual que su compañero Edvard Munch, Harald Sohlberg negó enérgicamente la influencia de otros artistas contemporáneos. Nacido en Kristiania (actual Oslo) en 1869, originalmente se formó como pintor decorativo antes de estudiar por cortos periodos con otros artistas noruegos como Harriet Backer, Erik Werenskiold y Eilif Peterssen. Sohlberg luego asistió a la escuela de arte de Kristian Zahrtmann en Copenhague, donde se encontró con el trabajo de Paul Gauguin y otros artistas simbolistas y sintetistas.

Puedes ver esta pintura en exhibición en la Galería de Imágenes de Dulwich en Londres hasta el 2 de junio como parte de la exposición Harald Sohlberg: Painting Norway, que celebra 150 años desde el nacimiento del artista.

P. D. Puedes leer más sobre la exposición aquí.

Imagen: Noche de verano, Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño, Oslo.