Albrecht Dürer
En este grabado, San Antonio, un monje egipcio que de joven buscaba soledad, abstinencia y meditación en el desierto, también considerado el primer ermitaño cristiano está sentado leyendo un libro. El sombrero peregrino se encuentra a su izquierda, y sus símbolos, una cruz y una campana, se colocan a su derecha. San Antonio Magno fue un popular objeto de devoción. Un erudito, se creía que podía aliviar una serie de molestias en la piel, las cuales se describieron como "el fuego de San Antonio". Los monjes de la Orden de San Antonio eran una imagen común en la época medieval, y las campanas que usaban para pedir limosna se convirtieron en uno de los atributos del santo.
Durero, aquí, en una de sus raras composiciones horizontales, evita el episodio más pintoresco de la tentación del santo y, en cambio, lo muestra en una contemplación académica. Sin embargo, en lugar de una habitación cómoda, Durero ha colocado al santo asceta frente a un paisaje urbano espectacular, que para nosotros es probablemente el principal atractivo de esta impresión.
¡Que tengas un domingo tranquilo!
P.D. ¡El misterio del Cuadrado mágico de Durero está aquí para resolverlo!