Hodler consideraba la coquetería y la exageración teatral de los sentimientos como la personificación de la femineidad. En este retrato de Hélène Weiglé, de dieciséis años, el simbolista suizo domó el principio femenino con estructuras claras. Las hojas que se abren en un camino oscuro en la parte superior de la pintura se yuxtaponen con el riguroso perfil de la joven y su vestido a cuadros contra un telón de fondo gris. La mujer observa un crisantemo con cierta distancia y su elegancia parece artificial, como si fuera consciente de que la observan.
Presentamos la pintura de hoy gracias al Städel Museum. : )
P.D. Disfruta aquí de los magníficos paisajes de montaña de Ferdinand Hodler. <3