Árbol de peras

Hora de algo inesperado. Todos conocemos las obras de Gustav Klimt de su época dorada (como El beso). Pero más adelante en su vida, Klimt se inspiró en los impresionistas y los posimpresionistas y comenzó a pintar de una manera diferente, pero aún muy decorativa. Aquí vemos un peral en plena floración. Aunque tradicionalmente se utiliza un formato horizontal para los paisajes, Klimt eligió un lienzo cuadrado, una forma geométrica pura que también fue el motivo decorativo dominante de la Secesión de Viena. En las ramas con flores, cada toque de pintura indica una sola hoja, flor o fruto. El campo de color plano y parpadeante evoca tanto la pintura posimpresionista como los mosaicos bizantinos. El lado izquierdo de la obra tiene una aplicación de pintura notablemente más densa que el centro o el lado derecho. Klimt continuó agregando cosas a la pintura, llenando estos espacios vacíos, incluso después de dársela a Emilie Flöge, su musa y amiga y tal vez amante, en 1903. Consulta nuestro artículo sobre su misteriosa relación.

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