Max Beckmann
Autorretrato con copa de champán es el tercer autorretrato de Max Beckmann, pintor, dibujante, grabador, escultor y escritor alemán, realizado tras la I Guerra Mundial. Anteriormente se había retratado como ordenanza médico y como artista en el estudio y en esta obra aparece como un elegante dandi con esmoquin en la barra de un club nocturno. Beckmann recurre así a un motivo muy tradicional: las representaciones de alegres bebedores y juerguistas fueron especialmente populares en la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII. Sin embargo, este retrato no transmite una impresión de bulliciosa alegría. La cabeza del artista parece una calavera, su piel tiene un tono verdoso y en sus ojos brillan tonos de color rojo y amarillo. Su cuerpo se aprieta en el reducido espacio pictórico con una pose acalambrada, casi contorsionada. Un personaje de aspecto grotesco se ríe al fondo; en el espejo de la izquierda, el mismo rostro le devuelve la risa como un eco amenazador.
El período inmediatamente posterior a la I Guerra Mundial estuvo marcado por una tremenda agitación política y social. Mientras que los especuladores de la guerra alardeaban de su riqueza en clubes nocturnos, cabarets y hoteles de lujo, otros muchos caían presa de la pobreza. En esta pintura, Beckmann adopta la ambigua identidad del bon vivant enfermizo, que intenta sacar algún divertimento de la vida en lo que probablemente sea el bar del Frankfurter Hof de Berlín, donde (según testigos contemporáneos) su bebida preferida era el champán. Este sería su papel clásico: el del burgués distante, el del observador imparcial que mira a la sociedad.
Presentamos la pintura de hoy gracias al Museo Städel.
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