Los acontecimientos convulsos que iniciaron la Revolución Francesa hacen que sea difícil precisar la fecha exacta de este cálido retrato de Adélaïde de Pastoret realizado por Jacques-Louis David. Estos sucesos podrían ser el motivo por el que la pintura está inacabada. En esa época, David era un famoso pintor neoclásico y un ferviente revolucionario, mientras que Madame Pastoret estaba casada con un partidario de la monarquía. Las sesiones tuvieron lugar, seguramente, tras el nacimiento de su hijo, a principios de 1791, que aparece dormido a su lado, y antes de su breve estancia en prisión durante el Reinado del Terror en 1792. En esta obra, David concluyó el punteado casi monocromático de la pintura subyacente, pero no consiguió el acabado esmaltado típico de sus piezas terminadas; ni siquiera puso aguja e hilo en la mano de Madame Pastoret. A pesar de no estar completo, la sencillez de este gran retrato capta la belleza y la solemnidad de la joven madre, mostrando el extraordinario talento de David como retratista. Debido a sus discrepancias con respecto a los ideales revolucionarios de David, Madame Pastoret (que se convirtió en marquesa de Pastoret en 1817) se negó a aceptar la pintura mientras vivió el artista. Sin embargo, tras la muerte de David, y con la ayuda de su hijo, ya adulto, compró el retrato directamente de la herencia del pintor.
P. D.: Faltan cuatro días para que finalice nuestra preventa de los calendarios DailyArt para 2025 de pared y escritorio con el 25 % de descuento. ¡Echa un vistazo en la tienda DailyArt!
P. P. D.: ¡Mira de qué forma representó Jacques-Louis David la Revolución Francesa! El artista fue un gran partidario del movimiento y sus pinturas pueden ser entendidas como propaganda visual.