Hoy es el Día de Canadá, la fiesta nacional de Canadá, que celebra el aniversario de la Confederación Canadiense (1 de julio de 1867), cuando las tres colonias separadas del Imperio Británico de Canadá Unida, Nueva Escocia y Nuevo Brunswick se unieron en un único dominio llamado Canadá. Para celebrarlo, echémosle un vistazo a uno de mis artistas canadienses favoritos, Tom Thomson.
Tom Thomson fue una figura crucial del arte canadiense de principios del siglo XX. En su carrera breve, pero muy productiva, realizó unos 400 pequeños bocetos al óleo sobre paneles de madera y aproximadamente 50 lienzos de mayor tamaño. Su obra, centrada casi exclusivamente en el paisaje, captó la belleza natural de la naturaleza de Ontario (árboles, lagos, ríos y cielos) a través de pinceladas audaces y gruesas y capas de pintura expresivas. Sus icónicas imágenes se han convertido en símbolos perdurables de la identidad y el paisajismo canadienses. Su misteriosa muerte en el lago Canoe en 1917, ya fuera accidental, suicida o fruto de un juego sucio, ha alimentado la especulación y su mitificación, y se considera una gran pérdida para el arte canadiense.
En 1912, Thomson hizo su primer viaje al Parque Algonquin, en el centro de Ontario, donde se realizó la pintura de hoy. Allí comenzó a dibujar al aire libre con un equipo de pintura recién adquirido. Cautivado por la naturaleza, volvió año tras año y dividía su tiempo entre los veranos en el parque y los inviernos en Toronto.
P. D. Las nubes son algunas de las vistas más espectaculares de la naturaleza. Échale un vistazo a la increíble variedad de nubes en el arte.