El salón de baile en Arles

El 23 de octubre de 1888, Paul Gauguin se reunió una vez más con Vincent Van Gogh en Arles. Los dos soñaban con fundar un "estudio del Midi" juntos, en el sur de Francia. Sin embargo, su entusiasmo pronto se disipó. La despótica presencia de Van Gogh chocó con la fiera independencia de Gauguin. No obstante, de cara a mediados de diciembre, comenzaron a trabajar juntos obra vez durante un período de mejoría en su relación. Las dos grandes obras creadas durante esos pocos días de renovada colaboración son Arlésiennes (Mistral) (Chicago, The Art Institute) de Gauguin y El salón de baile en Arles de Van Gogh. Esta pintura parece mostrar una velada en el Folies-Arlésiennes, un salón de baile en el Boulevard des Lices. La influencia de Gauguin está patente en la manera en la que Van Gogh escrupulosamente aplica los principios del sintetismo y cloisonismo desarrollados por su amigo en Pont-Aven. La referencia al arte japonés resulta también evidente, con la inusual elevación del horizonte y en el extraño frente decorativo donde las curvas del pelo son dominantes.