En 1835, Corot creó esta pintura inspirado por sus viajes en los campos del norte de Italia. La pintura presenta a Agar y al niño Ismael que mueren de hambre y de sed bajo el sol ardiente del desierto. Un ángel entra volando desde el fondo para salvar al niño de una muerte temprana. Cuando Corot presentó esta pintura en el Salón de París en 1835, generó sensación, pues la multitud estaba asombrada por la manera en que Corot había reflejado la harmonía serena del entorno en contraste con la dura realidad del niño agonizando. Inspirado por su éxito, Corot acompañó esta pintura con retratos de creaturas mitológicas y escenas legendarias; sin embargo, no tuvieron el mismo éxito.




Agar en el desierto
óleo sobre lienzo • 41.1 x 32 cm