Princesa de Broglie

Aunque el retrato era un género que cada vez más le disgustaba, Ingres representaba a muchas de las principales personalidades de su época. Esta espléndida pintura de Joséphine-Eléonore-Marie-Pauline de Galard de Brassace de Béarn, Princesa de Broglie, es su último retrato encargado de una mujer sentada. La princesa, miembro de los círculos más cultivados del Segundo Imperio, era famosa por su gran belleza y su reserva, ambas cualidades capturadas en este retrato. La facilidad de Ingres para transcribir brillantemente la calidad del material de los objetos se ve en el rico satén y el encaje del vestido de la mujer sentada, la tapicería de seda de damasco y el chal de noche con un rico bordado cubriendo la silla. También se presentan con exquisitos detalles las suntuosas joyas de la princesa, que incluyen el moderno colgante de inspiración antigua alrededor de su cuello. La princesa de Broglie murió de tuberculosis a la edad de treinta y cinco años. Su afligido esposo mantuvo este retrato detrás de cortinas en perpetuo tributo a su memoria. Permaneció en la familia hasta poco antes de que fuera adquirida por Robert Lehman y conserva el marco original tallado y adornado que el propio Ingres seleccionó.