Natividad

Piero ha establecido la historia de la Navidad en su propio tiempo. La tierra plana en la cima de la colina donde se encuentran evoca la Toscana, al igual que el tortuoso valle a la izquierda. Mientras tanto, el horizonte a la derecha, dominado por la basílica, casi podría ser las afueras de la ciudad natal de Piero, Borgo Sansepolcro. La pintura muestra el impacto de la pintura del norte de Europa. Piero pintó con témpera al principio de su carrera, pero para trabajos posteriores, como este, comenzó a trabajar en óleo. En conjunto con el uso de la base marrón para las figuras, esto demuestra una familiaridad con las obras de Holanda y Flandes. Esto se ve reforzado por la figura delgada de Cristo, que carece de la musculatura cuadrada de las representaciones contemporáneas de Italia y recuerda más a las pinturas de artistas como Hugo van der Goes. Piero también ha experimentado con la perspectiva. Es el único de sus trabajos que muestra un edificio desnivelado del resto de la composición: este es el sencillo cobertizo, que le recuerda al espectador los inicios humildes de Cristo. Es posible que este panel no se haya completado nunca. Ciertamente ha sido dañado, posiblemente por el trabajo de un restaurador de siglo XIX. No obstante, la pintura tiene detalles más que suficientes para dar la sensación de una composición completa, una que probablemente haya estado entre las últimas creadas por el artista.