Hoy presentamos otra obra de arte de la magnífica colección del Museo Kröller-Müller en Otterlo, Países Bajos. ¡Disfrútalo, por favor!
A primera vista, esto parece un paisaje clásico, con un camino de tierra sinuoso que conduce a través de los árboles altos, pasando un campo con gavillas de maíz hacia el lago. Sin embargo, una inspección más cercana revela que la pintura está compuesta de elementos y superficies horizontales y verticales. Esto contrarresta en gran medida la perspectiva tradicional, con líneas que conducen a la distancia y los colores se desvanecen gradualmente. El efecto de profundidad de la carretera se ve interrumpido por las líneas horizontales de los arbustos bajos, el borde del agua y las colinas detrás. Los edificios se levantan como cajas planas en el paisaje. Todo esto enfoca la atención en la "construcción" de la pintura: las formas y las superficies, cada una con su propio color aplicado en pinceladas contundentes y paralelas. Con este método de trabajo, Cézanne se convierte en una gran influencia en la pintura moderna y se dirige en una dirección que finalmente conduciría a la abstracción. Sus "pinceladas constructivas" y el uso del color causan una profunda impresión en los pintores más jóvenes, como Maurice Denis, Paul Gauguin y Paul Signac, quienes seguirán su ejemplo.