William Blake
Mañana es el Domingo de Ramos, una fiesta movible cristiana que cae el domingo antes de Pascua. La fiesta conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, un evento mencionado en cada uno de los cuatro Evangelios canónicos. Mañana presentaremos una de las piezas de Europeana como todos los domingos de este mes, pero no pude resistir la oportunidad de presentar hoy esta bella escena creada por Blake.
Esta imagen, pintada para el primer coleccionista de Blake, Thomas Butts, es algo fuera de lo común incluso para este artista. La figura de Jesús entrando a Jerusalén el Domingo de Ramos recibe un tratamiento distintivo. Jesús y su grupo de discípulos disfrutan de un tratamiento más convencional, aunque muestran los cuerpos alargados y las cabezas pequeñas que Blake adoptó durante un período de tiempo. La multitud reunida alrededor de Jesús definitivamente no es convencional, ya que se encuentran en diversos grados de desnudez. Los tamaños contrastantes de las diversas figuras conducen a una confusión de escala y perspectiva.
La "ventana" a través de la cual se ve a Jerusalén está enmarcada por árboles, que están siendo escalados por individuos que intentan alcanzar un nivel superior. Jerusalén no se representa como la ciudad terrenal de los días de Jesús, sino como la Jerusalén celestial de la visión de Juan de Patmos.
Durante el período en que Blake reevaluó el pensamiento clásico como una influencia en su mito y profecía, parece haber reconsiderado el estilo de arte neoclásico que había adoptado anteriormente en gran parte de su obra. El neoclasicismo ganó prominencia con la Ilustración; Blake buscó reemplazarlos a los dos. Esta imagen debe mucho al Manierismo, un estilo del siglo XVI. Según el sitio web de la National Gallery, el manierismo demostró que "la excelencia en la pintura exigía refinamiento, riqueza de invención y técnica virtuosa, criterios que enfatizaban el intelecto del artista". Blake descubrió que esta técnica le permitía usar su intelecto e inventiva para desarrollar una nueva visión de una escena bíblica que pudiera abrirse a la visión.