Madre e hija

Hoy es mi santo, así que os voy a presentar uno de mis artistas favoritos. Aquí lo tenéis: el pintor austríaco Egon Schiele, uno de los discípulos de Gustav Klimt. Las obras de Schiele eran a menudo grotescas, eróticas o inquietantes. Sus dibujos y pinturas lo caracterizan como uno de los primeros exponentes del expresionismo. La obra de Schiele fue evolucionando progresivamente hacia nuevas temáticas y mayor complejidad y, después de su estancia en prisión en 1912, trabajo temas como la muerte y el renacimiento, aunque los desnudos femeninos seguían siendo su marca personal. Durante la guerra, las pinturas de Schiele tenían mayor tamaño y detalle (cuando tenía tiempo para realizarlas). El servicio militar le limitó el tiempo, y la mayoría de su producción eran dibujos lineales de ambientes y personajes militares. En esta época, Schiele también empezó a experimentar con el tema de la maternidad y la familia. Su mujer, Edith, hizo de modelo para la mayoría de figuras femeninas, pero durante la guerra, por obvias circunstancias, sus modelos eran hombres. Desde 1915, los desnudos femeninos de Schiele presentaban un aspecto más regordete, aunque muchos de ellos fueron deliberadamente ilustrados con un aspecto inerte, que puede recordar al de una muñeca. Hacia el final de su vida, Schiele dibujó tanto objetos naturales como arquitectónicos. Algunos ven las obras de Schiele como grotescas, eróticas, pornográficas e inquietantes, focalizadas en el sexo, la muerte y el descubrimiento. ¡Espero que os haya gustado la obra de hoy!

Zuzanna

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