Stanisław Wyspiański
La mayoría de nuestro equipo es originario de Polonia, pero normalmente no presentamos artistas polacos en DailyArt. Así que, aquí lo tenemos: un retrato de Stanislaw Wyspianski, un verdadero hombre del Renacimiento (pero que vivió en el siglo XIX, naturalmente). Wyspianski fue dramaturgo, poeta, director de teatro, autor de teatro polaco moderno y por supuesto, artista. Durante un corto periodo de tiempo se acercó al impresionismo en sus obras de caballete, pero el rasgo más característico de sus monumentales vidrieras policromadas era el decorativismo de sintéticos y nabis, intensificado por una expresión dramática. En sus retratos, claramente definidos, era capaz de expresar la psicología de los personajes mediante la línea, con frecuencia curva y fuerte; no obstante, en el caso de los niños, los trataba con cierto lirismo. En los paisajes, combinaba la observación de la naturaleza con el eterno misterio de la vida, lo que complicaba su significado simbólico con mensajes historiosóficos. Tras una larga lucha, murió enfermo y de forma prematura a la edad de 38 años.
Wyspianski usaba frecuentemente técnicas de pastel suave; realizó sus primeros dibujos a pastel entre 1890 y 1894. Principalmente, representaban a familiares y amigos del artista y a otros artistas. En este caso, el artista retrató a Liza Parenska, la hija de 16 años de un conocido doctor de Cracovia, que posa con el puño cerrado y un rostro que expresa confianza. Tal es la determinación en los ojos de Liza que la hace parecer una adulta. Por desgracia, el destino no fue amable con ella: murió de una sobredosis cuando tenía 33 años, deprimida y desilusionada, tras haber enviudado un par de meses antes.
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