Antonio Canova
Raramente presentamos esculturas porque pienso que mostrarlas en imágenes de dos dimensiones no da una visión adecuada de lo que verdaderamente son. Pero hoy es el cumpleaños de uno de los más grandes escultores neoclásicos, que nació en 1757. He podido ver muchas de sus obras cuando viajé a Venecia el mes pasado y a pesar de que no podáis apreciar por completo la perfección de su obra, he decidido presentaros hoy una de sus obras maestras más famosas: “Psique reanimada por el beso de Cupido”.
La escultura muestra a los amantes mitológicos en un momento de gran emoción, característico del movimiento emergente del Romanticismo. Representa al dios Cupido en la apoteosis del amor y la ternura, inmediatamente después de despertar con un beso el cuerpo inerte de Psique.
La técnica de talla del mármol de Canova hace que la suave piel realista contraste con los elementos que la rodean. Una sábana, que envuelve holgadamente la parte inferior del cuerpo de Psique, enfatiza aún más la diferencia entre la textura de la piel y la del paño. Una textura rugosa ofrece la base de la roca sobre la que se sitúa la composición y añade, a su vez, una mayor distinción entre los elementos. Finos rizos y líneas conforman el pelo y detalles ligeros y similares a plumas dan lugar a las alas realistas que utiliza Cupido para posarse.
¿Por qué cayó dormida Psique? Venus le pidió a la bella ninfa que le trajera una pizca de la belleza de Proserpina, pero le advirtió que no abriera el vaso que le había dado para guardarla: “Pero te lo advierto seriamente. No abras o mires dentro del [vaso] que llevas y reprime toda curiosidad en relación con el ‘Tesoro oculto de la Belleza Divina’”. Pero en cuanto volvió de su viaje al Inframundo, se dejó llevar por la curiosidad y miró en el interior del vaso para poder quedarse así con algo de la Belleza Divina. No obstante, Proserpina no lo había llenado de Belleza, sino con el “Sueño de la Oscuridad Más Profunda, la noche del Estigia que, liberada de su celda, se precipitó sobre ella y penetró en su cuerpo por completo mediante una pesada nube de inconsciencia e hizo que se desplomara donde estaba”.
Por fortuna, Cupido se enamoró de ella y la despertó. ¡Nunca desobedezcas las órdenes de un dios griego!
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