Giovanni Battista Moroni
"Retrato de un Sastre" fue pintado por el artista Giovanni Battista Moroni alrededor de 1570, hacia el fin de su trayectoria. Giovanni Battista Moroni es un pintor Italiano del Renacimiento tardío, mejor conocido por sus retratos y retablos. Este retrato nos muestra un sastre (o, más bien, un comerciante de telas) parado frente a un escritorio donde yace una tela oscura. El sastre sostiene un par de tijeras en su mano derecha y la tela en su mano izquierda. Su rostro y su mirada penetrante se encuentran fijados a la dirección del observador, dando la impresión de que la actividad del sastre fue interrumpida por la presencia del observador
¿Qué es tan especial de este retrato? La calidad de la pintura es definitivamente alta: la ropa del sastre ha sido pintada con un alto nivel de precisión y los colores cálidos agregan una sensación de intimidad al retrato. Además de esto, el retrato también es muy realista: el modelo tiene una mirada expresiva y es pintado mientras trabaja, como si Moroni hubiera querido pintar al sastre tal y como actualmente era. Esto es típico de los trabajos de Moroni: el artista solía representar a muchos de sus modelos “de forma natural”, i.e. producía retratos naturales representando al modelo representado de forma natural.
Ninguna de las característica anteriores, tan importantes como fueran, hacen a este retrato sobresalir. La cosa que hace especial a esta pieza es la elección del modelo: ¡Un sastre! Hasta ese momento, la mayoría de los pintores solo retrataban a los miembros de la aristocracia, de la iglesia o élites financieros o sociales. Este es uno de los primeros retratos en el arte Occidental donde un miembro de la clase trabajadora es pintado y dado la misma dignidad gozada por los miembros de la alta sociedad. Al sastre le va relativamente bien – podemos saber esto gracias tanto a la ropa elegante y elaborada como el anillo con el rubí en su mano derecha – y parece muy cómodo y orgulloso de su profesión, o al menos estos son los sentimientos que su mirada, porte y apariencia muestran al observador: aun asi, esta es una elección no convencional de un modelo para el artista.
Aunque fue relativamente reconocido a lo largo de su vida, Moroni no disfrutó del gran éxito que probablemente mereció. Según la tradición, esto se debe mayormente al hecho de que Giorgio Vasari (el primer Italiano historiadora de arte y autor de "Vidas de los Pintores, Escultores y Arquitectos Más Eminentes") no viajó a Bergamo donde la mayoría de las pinturas de Moroni podían hallarse: y así, Moroni no estuvo incluido en el libro de Vasari, el cual afectó negativamente el reconocimiento posterior de Moroni. Aunque a una menor extensión, de alguna manera el destino de Moroni se asemeja a la de Caravaggio: exitoso durante la vida del artista, el olvido después de su muerte, interés renovado y ovación crítica y pública siglos después. Como si fuera coincidencia, (e.g., la exclusión por Vasari) y la moda y gusto cambiantes en el mundo de las artes de algún modo hicieron lo suyo, hasta que estos artistas pudieran ser vistos con nuevos y frescos ojos.
Lara