Hilma af Klint
¡Hoy es el día Internacional de la Mujer!
En esta ocasión presentamos una artista que debería ser reconocida internacionalmente como una de las primeras artistas abstractas. Si, no hablamos de Kandinsky o Mondrian sino de una artista femenina Sueca — Hilma af Klint. Hoy pueden leer acerca de ella gracias al Moderna Museet en Suecia.
Hilma af Klint inició sus estudios de arte en Tekniska Skolan en Estocolmo y además tuvo lesiones en pintura de retrato. Entre 1882 y 1887, fue estudiante en la Royal Academy of the Fine Arts (Real Academia de Bellas Artes). Después de graduarse y hasta 1908, tuvo un estudio en Kungsträdgården en el centro de Estocolmo. Pintó y exhibió retratos y paisajes en un estilo naturalista.
A finales de la década de 1870, Hilma af Klint asistió a séances (sesiones de espiritismo), en las que un medium o psíquico contactaba a los muertos. Había una gran fascinación por los fenómenos invisibles en este tiempo. Esto puede verse en ralación con los descubrimientos científicos, como los rayos-x que revelaban órganos humanos internos, y las ondas electromagnéticas que llevaron al desarrollo del radio y la telefonía.
En 1896, Hilma af Klint y otras cuatro mujeres formaron el grupo “De Fem” [Las cinco]. Contactaron “grandes maestros” de otra dimensión, e hicieron notas meticulosas en las sesiones. Esto llevó a cambio definitivo en el arte de Hilma af Klint. Empezó a practicar la escritura automática, que involucra escribir sin guiar de forma consciente el movimiento del lapicero en el papel. Desarrolló una forma de dibujo automático, precediendo a los surrealistas por décadas. Gradualmente, eliminó su imaginería naturalista, en un esfuerzo por liberarse del entrenamiento académico. Se embarcó en un viaje interno, hacia un mundo escondido para la mayoría de personas.
Como Vassily Kandinsky, Piet Mondrian y Kazimir Malevich, quienes han sido considerados previamente como los principales protagonistas del arte abstracto, Hilma af Klint fue influenciada por movimientos espirituales contemporáneos, como el espiritismo, teosofía y, más tarde, antroposofía.
La obra de Hilma af Klint se construye en el entendimiento de una dimensión espiritual de la conciencia, un aspecto que estaba marginado en un mundo cada vez más materialista. Cuando pintaba, ella creía que una conciencia superior estaba hablando a través de ella. En sus impresionantes trabajos combina formas geométricas y símbolos con ornamentos. Su imaginería multifacetaria se esfuerza por dar un vistazo hacia las diferentes dimensiones de la existensia, donde el microcosmos y el macrocosmos se reflejan uno en el otro.
- Iris Müller-Westermann, extracto del ensayo introductorio del catálogo “A Woman Artist at the Turn of the Century” (Una Mujer Artista en el Cambio de Siglo) para la exhibición “Hilma af Klint - Una Pionera de la Abstracción” en el Moderna Museet en Estocolmo 2013
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