George Hendrik Breitner
Breitner fue el cronista más importante de la vida de las calles de Ámsterdam a fines del siglo XIX. Representó a esta dinámica ciudad en crecimiento en pinturas, dibujos y fotografía. A comienzos de 1890, tras un periodo enfermo, realizó una serie de pinturas relativamente sobrias, que revelaban una cara diferente de su personalidad. Son representaciones de muchachas y mujeres jóvenes con kimonos japoneses. La mayoría aparecen sentadas o reclinadas en un sofá. En esta obra, sin embargo, la mujer (una figura esbelta, alargada y elegante) está de pie ante un espejo y se ajusta un pendiente. A la izquierda, hay un biombo oriental. La serie estaba inspirada en los grabados japoneses tan de moda entonces; el propio Breitner tenía unos cuantos en su colección. La mujer que posó para esta pintura, Geesje Kwak, también puede verse en otras obras de Breitner. El museo cuenta con nueve pinturas y veintidós dibujos del artista. Entre ellos, hay un esbozo en tiza negra que realizó como estudio de esta pintura. Aunque ahora se conoce como El pendiente, el propio Breitner lo llamó En el espejo.
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