Paisaje del mar

Para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Anton Melbye, la Colección Hirschsprung se une al Museo Altonaer de Hamburgo para presentar una magnífica exhibición sobre el artista. Melbye disfrutó de gran fama durante su vida, y su trabajo no solo tenía gran demanda entre la realeza y aristocracia danesa, sino también entre importantes clientes extranjeros de ciudades como Hamburgo, París y Estambul. Melbye encontró en el mar su inspiración y fue el principal motivo de su obra; además, transmitía sus temas con gran habilidad que tendían al drama y las emociones.

Actualmente, Melbye es mayormente conocido por sus pinturas marinas, pero su obra también incluye una variedad de paisajes. Unos de sus temas favoritos eran los alrededores de París, aunque también representó en dibujos y bocetos al óleo los impresionantes paisajes de Turquía. Su carrera internacional y elección de temas que se conectaban con movimientos internacionales hicieron que gradualmente perdiera popularidad dentro de la escena política y artística danesa, que, para mediados del siglo XIX, comenzaba a dividirse entre los nacionales y los europeos; los críticos de arte señalaron a Melbye como perteneciente a los europeos. En una época en la que la identidad de Dinamarca, como nación y como pueblo, se estaba definiendo, el estilo de Melbye y de otros europeos contradecía al sentimiento nacionalista dominante.

La exhibición sobre Anton Melbye nos presenta a un artista que ha sido casi olvidado. Al presentar por primera vez una exhibición sobre Melbye en Dinamarca, la Colección Hirschsprung nos enseña una historia ignorada, aunque igualmente importante, donde el mar es el trasfondo de alianzas internacionales, opiniones, emociones y dramáticos eventos políticos.