Artista anónimo
En este thangka (pintura budista tibetana sobre apliques de algodón o seda, que suele representar una deidad budista, una escena o un mandala), Milarepa está sentado en una cueva en el monte Kailash, que es sagrado para budistas e hinduistas. Frente a él, el lago Manasarovar (Marpam) fluye en ondulantes franjas azules y verdes. Sus discípulos flanquean a Milarepa, y su maestro, Marpa, aparece en una medalla sobre él. Los deslumbrantes picos nevados enmarcan cada una de las figuras centrales, y bajo ellos, las estribaciones multicolores aparecen como picos prismáticos que refractan los rayos del sol como joyas. A lo largo del perímetro del thangka, las cinco hermanas de la larga vida cabalgan en sus monturas, acompañando a Milarepa dondequiera que predica su doctrina. Los picos y lagos sagrados del Himalaya han inspirado numerosas obras de arte: Milarepa, por ejemplo, escribió cien mil canciones sobre ellos. La otra cara del tejido contiene una larga inscripción en tibetano, lo que demuestra que se trata de una de las primeras representaciones de Milarepa.
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P.P.S. En los últimos 2500 años, el budismo ha tenido una profunda influencia en el arte de todo el continente asiático. Descubre sus diversas formas en las distintas culturas.