Paul Signac fue el principal discípulo de Seurat y produjo también un gran número de pinturas puntillistas marítimas. Este luminoso trabajo es uno de varias obras del océano que Signac realizó durante el verano de 1888 en Portrieux, un pequeño pueblo costero de la costa de Bretaña. Representa las cabañas de baño en la quietud de la primera hora de la mañana, antes de que se transforme con la llegada de turistas. Algunos toques de puro color, como los escalones rojos de la cabaña, animan la escena. La inscripción “Op. 185” refleja una práctica de Signac, la de dar nombre a sus obras como se hacía con las composiciones musicales, usando opus seguido de un número,
¡Ojalá yo pudiera estar en esa playa tomando el sol ahora mismo!
Si tienes ganas de verano, puedes ir a la playa con Salvador Dalí.