Hawaianas tendiendo un holoku

Madge Tennent alabó a su gente durante los cincuenta años que pasó en Hawái, especialmente a la mujer hawaiana. Aunque exploró muchos medios y estilos durante una carrera artística que abarcó setenta años, sus creaciones favoritas fueron pinturas arremolinadas y de pinceladas amplias. La mayoría de sus lienzos eran grandes, como las magníficas mujeres que retrataba de cuerpo entero. «Los hawaianos son, para mí, la gente más bella del mundo, sin duda alguna», escribió. «El hawaiano es una obra escultórica viviente». Inspirada en las obras de Monet, Renoir, Picasso y Gauguin con las que se encontró mientras estudiaba de joven en París, Tennent llegó a adquirir un estilo enormemente individualizado que, en un inicio, desconcertó a los conservadores coleccionistas de arte de Honolulú, pero que cautivó a las audiencias más inclinadas hacia las vanguardias del territorio continental de Estados Unidos y de Europa.

Este óleo sobre lienzo, que apareció en las primeras muestras monográficas de Madge Tennent en Londres y París de 1935 y en la exposición de la Sociedad de Artistas Americanos de 1936 (Rockefeller Center, Nueva York), representa tanto su estilo como su temática. Realizadas con gruesos pegotes de pintura «esculpidos» con espátula, estas dos mujeres hawaianas parecen bailar el hula bajo la brillante luz del sol tropical; un examen más detenido revela que, en realidad, están tendiendo vestidos holoku en la cuerda tensada sobre sus manos. Todos los elementos en esta escena (las formas rotundas de las mujeres, los holoku que se hinchan con el viento e incluso la pintura sobre el lienzo) parecen arremolinarse, lo que expresa el sentido de movimiento elegante e innato que Tennent percibía en los hawaianos. Ha imbuido esta imagen de la vida cotidiana con la vitalidad extraordinariamente vibrante, rítmica y audaz que continúa fascinando a los espectadores hasta el día de hoy.

Presentamos la pintura de hoy gracias al Centro de Arte Isaacs. :)

P. D. Si te interesa Hawái puedes leer sobre el viaje de Georgia O'Keeffe a este lugar: ¡el viaje de 1939 por piñas y libertad artística!