Autor de vidas de santos, versos escandalosos, comedias, tragedias e innumerables cartas, Pietro Aretino (1492-1556) alcanzó una considerable riqueza e influencia, en parte a través de la adulación literaria y el chantaje. Poco se sabe de sus primeros años, pero en 1527 se había establecido permanentemente en Venecia. Entre los amigos y patrocinadores de Aretino se encontraban algunas de las figuras más prominentes de su tiempo, varios de los cuales le obsequiaron cadenas de oro como la que usa en este retrato. Clemente VII convirtió a Aretino en un Caballero de Rodas, y Julio III lo nombró Caballero de San Pedro. Tenía una relación cercana con Tiziano, quien pintó al menos tres retratos de él. Aquí el artista transmite el poder intelectual de su amigo a través de la cabeza aguda y contundente y su mundanalidad a través de la masa sólida y pesada de su figura ricamente vestida.
Un poco sobre Tiziano: reconocido por sus contemporáneos como «El sol en medio de pequeñas estrellas» (recordando la línea final del Paraíso de Dante), Tiziano fue uno de los pintores italianos más versátiles, igualmente experto en retratos, fondos de paisajes y temas mitológicos y religiosos.
Presentamos este increíble retrato gracias a The Frick Collection. ¡Que tengas un buen lunes!
P.D. ¿Sabías que Tiziano entregó una serie de siete grandes lienzos al rey Felipe II de España? Él acuñó el término «Poesie» para describirlos: pinturas que son poemas. ¡Compruébalo aquí!