Una madre

Aunque Elizabeth Nourse vivió en Francia durante toda su vida profesional, sigue siendo una de los artistas más apreciados de Cincinnati. Nourse perfeccionó sus habilidades en la Escuela de Diseño McMicken de Cincinnati y en la Académie Julian de París, lo que le preparó para una carrera marcada por premios internacionales. En 1888 presentó Una madre ante el jurado de el Salón, la prestigiosa exhibición anual de arte contemporáneo de París. La obra, la primera que presentó Nourse en el Salón, no solamente fue aceptada, sino que también fue colgada "en la línea", la posición reservada a las pintura más aclamadas. Muchos otros honores similares sucedieron a este, que culminaron con la compra de una de sus pinturas por parte del gobierno francés en 1910.

Las pinturas de Nourse respondían a un anhelo por la simplicidad frente a la extendida industrialización. Esta imagen de una mujer de clase baja, con el rostro en la sombra, que acaba de alimentar a su bebé, sugiere una paz y quietud absoluta. El éxito de la pintura también se basa en las atractivas combinaciones de tonos lavandas, malvas y azules.

Hoy presentamos esta obra gracias al Museo de Arte de Cinncinati. 

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