Retrato de Dolores Hoyos by Hermenegildo Bustos - 1864 - 35,5 x 25,5 cm Retrato de Dolores Hoyos by Hermenegildo Bustos - 1864 - 35,5 x 25,5 cm

Retrato de Dolores Hoyos

Óleo sobre lienzo • 35,5 x 25,5 cm
  • Hermenegildo Bustos - Abril 13, 1832 - Junio 28, 1907 Hermenegildo Bustos 1864

Este retrato de Dolores Hoyos, además de perpetuar la memoria de la persona en la mente de su familia y amigos, muestra el realismo que caracteriza el lenguaje pictórico de Hermenegildo Bustos, que estaba interesado en la reflexión sobre las características de cada rostro, la emoción y carga psicológica del retratado, a diferencia de la idealización que rodeaba la pintura durante la segunda mitad del siglo XIX.

Dolores Hoyos se presenta como una joven que sostiene delicadamente en sus manos una flor blanca, una magnolia. A esta flor se le atribuye nobleza de espíritu y pureza, entre otros simbolismos. Estos atributos pueden ser típicos de la juventud o simbolizar una pérdida; La joven está vestida completamente de negro, como si estuviera de luto y aunque es una mera interpretación, también es una posibilidad.

Los accesorios usados ​​por la joven son simples: un par de pendientes, un collar atado alrededor del cuello por un broche ovalado y un par de anillos que no tienen muchos detalles, especialmente en comparación con el inventario de joyería y accesorios usados por otros sujetos retratados por Bustos a lo largo del período. Esto sugiere que podría haber sido criado en clase media. En el vestido negro, el pintor logra notar unos pliegues con algunas pinceladas algo más ligeras, la ropa y el fondo contrastan con la piel blanca de la chica y la flor nevada.

Dolores Hoyos parece impávida y aunque dirige su mirada al frente, parece perdida. Tiene una expresión solemne, como todas las personas retratadas por Bustos. Es raro o casi imposible encontrar el contorno de una sonrisa en sus retratos, incluidos los niños, pero a pesar de esta seriedad, el pintor logra plasmar en sus obras un rasgo que revela el personaje que ha retratado.

Una de las preocupaciones de Hermenegildo Bustos fue capturar con precisión la fisonomía de sus modelos, que es la razón por la que las expresiones fuertes y duras, pero también sutiles y suaves, se pueden encontrar en su trabajo. En sus pinturas, elementos iconográficos como la flor de magnolia (representado en esta pintura) también aparecen con regularidad. A partir de 1850 aparecen en su obra una serie de elementos constantes, tanto técnicos como formales; por veintidós años utilizó chapa de acero o tela como soporte, y casi siempre presentaba las figuras en tres cuartos de perfil en un formato rectangular. Tal es el caso de esta obra realizada por el artista en 1864.

- Maestro Carlos Uzcanga Gaona.

Presentamos el cuadro de hoy gracias al Museo Blaisten :).

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