Saturnino Herrán
Continuamos nuestra asociación mensual con el Museo Blaisten con este asombroso ejemplo de arte mexicano :). ¡Disfruta!
La cosecha es un cuadro muy temprano de Herrán, que provenía del estado de Aguascalientes. Data del período en que se encontraba a punto de concluir su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes y estaba aún en busca de su propia voz personal. Es una composición abiertamente decorativa en sus propósitos, una noción fomentada por Germán Gedovius entre sus alumnos de las clases de Color y composición de la Academia de San Carlos a principios del siglo XX. La narración rompe con la estética dada de la época al confundirse con las expectativas de claridad y jerarquía que eran básicas en el academicismo tradicional: reúne en una misma composición motivos aparentemente inconexos. La mujer no lleva una cesta de comida, lo que implicaría la idea de tomar un descanso para comer en la casa de comidas, o incluso la noción de trabajo como actividad necesaria para el sustento de la familia. En este sentido, conviene comparar La cosecha con Labor (1908), la primera composición herraniana de importancia que sí sustenta las implicaciones mencionadas y en la que uno piensa al ver La cosecha, aunque con ciertas afinidades en los rasgos faciales de los campesinos, algo que no cuadra con lo que será uno de los atributos más importantes del Herrán maduro.
Las indudables virtudes pictóricas (en términos de color, luminosidad y textura) revelan una fuerte influencia del pintor belga, Grank Brangwyn (1867 - 1956), cuya obra podría haberse estudiado en la época mediante las reproducciones en tricomía de la biblioteca de la escuela, tal como consta que hicieron Herrán y Diego Rivera.
P.D. Aquí tienes las cinco representaciones de cosechas más bellas del mundo del arte. <3