Esta pequeña pintura, menos conocida, es una piedra angular clave en la obra colectiva de Van Gogh hasta 1888, cuando fue pintada. Es la primera pintura donde el artista utiliza su famosos contrastes extremos y atrevidos colores que pronto se convertirían en señas de identidad de su obra. Esta obra lo muestra alejándose del realismo de tonos oscuros y del impresionismo que conoció en París hacia el expresionismo, movimiento al que contribuiría en gran medida a establecer. En la pintura que presentamos hoy, Van Gogh, por primera vez, destaca y explota al máximo los contrastes extremos del azul y el naranja, el rojo y el verde y el blanco y el negro.
¡Que tengáis todos un sábado tranquilo y fantástico!
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P.P.D. Aquí puedes ver siete extraordinarias pinturas de Van Gogh que nunca creerías que fueran suyas. :O