William Blake
La acuarela que mostramos hoy presenta algo bastante perturbador: una batalla cósmica entre el bien y el mal. Lo que está en juego es ni más ni menos que el destino de la humanidad. Así es como el poeta y artista romántico William Blake se imaginaba la escena del Libro de las revelaciones. Este último libro del Antiguo Testamento contiene una serie de advertencias a los cristianos para que mantengan y protejan su fe y a continuación, relata una serie de episodios alegóricos que demuestran las consecuencias de la deserción espiritual. “El gran dragón rojo y la mujer vestida del sol” de Blake ilustra pasajes que describen “un enorme dragón color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos; sobre sus cabezas, siete diademas” que desciende sobre “una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza”. El dragón encarna a Satanás. Su misión es vengarse de la mujer que ha dado a luz a un seguidor de Dios que difundirá la fe cristiana.
La tierra se abrirá para tragarse el agua y el dragón frustrado echará a volar para hacer la guerra contra la progenie de la mujer, los seguidores de Dios. Para Blake, es el poder espiritual (la pureza y la bondad representadas por la mujer) el que siempre prevalece, sin importar lo horribles que sean las circunstancias.
Una obra ideal para el lunes. ¡Que tengas un buen día!
P.D. ¡Debes ver más acuarelas bíblicas de Blake! Presentan al espectador una visión original del mundo cristiano.
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