Giovanni Segantini
La pintura de hoy representa un paisaje alpino panorámico cerca del pueblo de Soglio, visible a la derecha con su torre de iglesia reconocible, en Val Bregaglia, en el suroeste de Suiza. La vista se extiende a través de la extensa meseta y el valle hasta el majestuoso Macizo Sciora cubierto de nieve y el Glaciar Bondasca. En el centro de la composición, una robusta campesina, con su vestimenta azul y roja característica del cantón de los Grisones (Graubünden), conduce dos grandes caballos de tiro por un abrevadero. Han dejado el campo recién arado, visible en el medio izquierdo, donde un sembrador esparce las semillas; un perro blanco y negro vigilante hace guardia a la derecha.
El estado de ánimo alegre de la imagen se expresa en la brillante y resplandeciente luz del sol y en la gloriosa y expansiva vista. Los colores nítidos de la estación definen el paisaje contra el cielo ultramar brillante y las cintas de nubes delgadas en lo alto. El cuadro es un vivo himno al despertar de la naturaleza en primavera tras un largo y duro invierno, una obra panteísta en la que el paisaje, los trabajadores rurales y los animales evocan el ciclo de la naturaleza. Giovanni Segantini, un pintor italiano conocido por sus grandes paisajes pastorales de los Alpes, cuenta Primavera en los Alpes entre sus mejores pinturas, y se ha convertido en uno de los cuadros más célebres del Ottocento italiano, muy expuesto y publicado.