Gustav Klimt
A partir de finales de la década de 1890, Gustav Klimt fue consolidando gradualmente su reputación como retratista de mujeres de la burguesía vienesa, produciendo una serie de retratos femeninos tempranos, muchos de los cuales permanecen sin identificar. Investigaciones recientes han asociado en particular este cuadro, con su aire impresionista y la representación de una mujer joven sobre un exuberante fondo natural verde, con Maria Ucicka (1880-1928). Ucicka, modelo en casa de Klimt, dio a luz al primer hijo ilegítimo del artista, Gustav Ucicky, en 1899. En total, tuvo al menos 14 hijos ilegítimos.
La modelo aparece ligeramente girada, con un sombrero veraniego a la moda y una blusa blanca de cuello alto y mangas abullonadas. Sus ojos azul claro miran directamente al espectador, al propio Klimt. Su rostro ovalado, delicado y finamente pintado, con las mejillas ligeramente sonrojadas, sugiere una sensación de timidez o vulnerabilidad.
Este estilo de pintura sutil y sensible muestra el comienzo de los retratos líricos y etéreos de mujeres de Klimt. La figura contrasta con las pinceladas más anchas y ásperas del follaje circundante. Las densas hojas sobre su hombro derecho están pintadas de un verde intenso.
¡P.D. Si te gusta su estilo, ¡no te pierdas nuestra Agenda sin fecha de la Secesión de Viena, que te ayudará a organizarte durante todo el año con estilo!
P.P.D. Antes de que Klimt se convirtiera en el icono del movimiento de la Secesión, pintaba en un estilo muy convencional. ¡Descubre los retratos desconocidos de Klimt! ¿Te creerías que los hizo él?