Samuel van Hoogstraten
Discípulo de Rembrandt y contemporáneo de Vermeer, Samuel Van Hoogstraten fue uno de los principales artistas de la edad de oro de la pintura holandesa. A él se le atribuye la hermosa pintura que presentamos hoy.
Nacida del particular interés del pintor por la construcción del espacio, esta obra es típica de la pintura de género holandesa, ya que representa una escena de interior, pero la ausencia de figuras humanas la hace muy atípica. Esta ausencia de la figura humana resultó incómoda a uno de sus propietarios en el siglo XIX; el pintor belga Florent Willems añadió allí una muchacha, pero fue eliminada posteriormente durante una restauración.
Desde primer plano hasta el fondo podemos ver una escoba, zapatillas, llaves, una vela y un cuadro dentro de otro cuadro. A medida que la mirada se desplaza por este espacio silencioso, los objetos parecen adquirir un nuevo significado que atrae al espectador hacia la escena. A Hoogstraten se le recuerda sobre todo por sus experimentos con la perspectiva y en esta pintura, utiliza un poco de su magia.