Cipreses

Cipreses se pintó a fines de junio de 1889, poco después de que Van Gogh comenzara su estadía de un año en el asilo en Saint-Rémy. El tema, el cual consideró "hermoso en cuanto a líneas y proporciones, como un obelisco egipcio", cautivó y desafió al artista: "Es una mancha oscura en un paisaje bañado por el sol, pero es una de las notas oscuras más interesantes; es el más difícil de representar exactamente que pueda imaginar". Esta es una de las dos obras con vista en primer plano de los árboles "altos y enormes" en un formato vertical (la otra se encuentra en el Museo Kröller-Müller en Otterlo). Cipreses se mostró en el Salón de los Independientes de 1890.