Puerto con el embarque de la reina de Saba

La pintura de paisaje ya era una especialidad reconocida cuando Claudio Gellée llegó a Roma desde su Lorena natal siendo un niño, probablemente con la intención de trabajar como cocinero de pasta. Sin embargo Claude iba a a sobrepasar a todos los artistas previos. Sus poéticas reinvenciones de una época dorada, apuntando a una clientela aristorocrática y cultivada, eran compuestas en su estudio a partir de dibujos realizados afuera de las puertas de Roma y en los alrededores rurales y en la bahía de Nápoles. La influencia de Claude fue muy amplia, especialmente en el siglo dieciocho en Inglaterra, donde no sólo afectó la pintura y al coleccionismo, sino también las muchas formas en que se visualizaba el paisaje real y en la construcción de paisajes modelados. Así como en otras pinturas de Claude, ‘Puerto con el embarque de la reina de Saba’, fue concebida como una pintura dentro de un par, su compañera,’Paisaje con la boda de Isac y Rebeca’ (‘El Molino’), se encuentra también en la Galería Nacional. Fueron comisionados por Camillo Pamphilj, sobrino del Papa Inocencio X. Antes de que estos excepcionalmente grandes lienzos fueran completados, Pamphilj renuncia a la posición de cardenal para contraer matrimonio, por lo cual fue expulsado de Roma en desgracia: las pinturas fueron terminadas para el Duque de Bouillon, general francés de la armada papal. Ambos lienzos se relacionan (a través de inscripciones, nuestras únicas claves con el motivo) a historias del Antiguo Testamento- pensadas en su momento para combinar especialmente en la decoración de los palacios del cardenal – con el tema del amor, o estima, entre hombres y mujeres, y relatando viajes fatídicos. Mientras la mayoría de los hombres de la iglesia podría haber interpretado las historias como el símbolo de unión de Cristo con su Iglesia, Pamphilj habrá deseado una referencia encubierta a su propio amor por Olimpia Aldobrandini. La innovación temprana más grande de Claude fue incluir el sol dentro de la pintura, en esta majestuosa composición del puerto, el sol está exactamente a mitad de altura en el lienzo, esta es la base de la unidad pictórica, todos los tonos y colores se ajustan a él. En distintos lugares en el cielo se pueden observar la palma y las huellas de los dedos de Claude, donde suavizó las transiciones de una sección a la siguiente. El joven recostado en el muelle, proteje sus ojos del brillo del sol, los rayos iluminan de dorado los bordes redondeados de la columna al lado de él así como a su capitel corintio. -- Desde el 2012 cada día presentamos una nueva pieza de arte a más de 300.000 personas alrededor del mundo. Ahora solicitamos tu ayuda – queremos crear una nueva versión de DailyArt pero necesitamos $15.000 para que esto sea posible. En el sitio web encontrarás los detalles para ayudarnos con una donación: http://support.getdailyart.com. Gracias!