Aquí Van Gogh representó su habitación en La Casa Amarilla, donde alquiló cuatro habitaciones para él y para Gauguin. La habitación está amueblada con muebles sencillos de pino y sus propias pinturas. Observe cómo las pinturas en las paredes parecen inclinarse hacia arriba. Esto se debe a que el artista no aplicó las leyes de la perspectiva. Van Gogh usó esta técnica a propósito. En cartas a su hermano Theo, escribió que quería que la pintura se pareciera a una impresión japonesa. Van Gogh produjo tres pinturas casi idénticas sobre este tema: ésta se encuentra en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, otra en el Instituto de Arte de Chicago y la última en el Museo de Orsay en París.