Los blancos hielo y azules pálidos evocan un invierno o primavera temprana sombríos en Nieve fresca sobre la avenida. Esta vez, dos figuras se encuentran frente a un curioso horizonte deformado, sombrío, que recuerda a una lámpara de lava en sus formas, y están superados en número por los árboles de una avenida. Pero el conjunto no resulta tan sombrío. Siento que el optimismo que emana de las vibrantes explosiones de vida verdes y amarillas en los árboles y los templados violetas da motivos para algo de optimismo. Este es un momento contemplativo, con un elemento de calma o concentración en lo que está por delante en el virgen manto de nieve sobre el camino. Munch crea una ilusión de espacio usando motivos familiares y recorta las figuras al frente para permitir al paisaje que domine y se añada al sentimiento de nuestro pequeño, insignificante lugar en el mundo de la naturaleza o nuestro estado de aislamiento psicológico.




Nieve fresca sobre la avenida
óleo sobre lienzo •