El torero alucinógeno

Hoy es el cumpleaños número 111 de Salvador Dalí. ¡Seguramente le encantaría este número! La escena completa está contenida dentro de una corrida de toros sumergida bajo una descarga de tonos amarillos y rojos, que tentativamente aluden a los colores de la bandera española. En la sección superior izquierda vemos un retrato de su esposa Gala, a quien dedicó esta obra. Su expresión seria y rígida puede interpretarse como una representación pictórica de su desagrado profundamente arraigado por las corridas de toros. En la sección inferior izquierda vemos un patrón de círculos multicolores. Esta explosión de colores en forma rectangular capta inmediatamente la atención del espectador y la lleva hacia la forma visible de la cabeza emergente de un toro muerto, que gotea sangre y saliva. Esta alberca de sangre se transforma en una bahía protegida donde aparece un figura humana en una balsa. La sección más baja de la bahía toma la forma de un dálmata. El toro asesinado se levanta para convertirse en los paisajes de Cabo de Creus, cerca del lugar donde vivía Dalí. Se decía que la preocupación por aumentar el turismo llevó al pintor a abrazar sus características en esta obra. La montaña está imitada a la derecha; sin embargo, esta vez presenta una similitud más grande con las montañas escarpadas alrededor del pueblo de las Rosas, cerca del estudio de Dalí. La famosa Venus de Milo puede encontrarse 28 veces en esta pintura.