Henri Samary

Anquetin, oriundo de Normandía, se trasladó a París en 1882 y se unió al estudio del pintor Léon Bonnat (1833-1922), donde inmediatamente entabló una amistad cercana con Henri de Toulouse-Lautrec, acompañándolo a los cabarets de Montmartre. Cuando Bonnat cerró su estudio, Antequin y Toulouse-Lautrec se trasladaron en 1883 al estudio de Fernand Cormon (1845-1924), otro artista académico cuyo estudio se convirtió en un crisol de actividad artística donde estudiaron jóvenes artistas talentosos como Émile Bernard y Vincent van Gogh. Anquetin probablemente conoció a Henri Samary (1865-1902) a través de Toulouse-Lautrec, quien había pintado un retrato del actor en el teatro de la Comédie-Française en 1889 (Musée d'Orsay). Henri Samary pertenecía a una verdadera dinastía de actores: era el nieto de Suzanne Brohan (1807-1887) y sobrino de Madeleine Brohan (1833-1900), quienes formaban parte de la Comédie-Française, y de Louis-Jacques Samary (1815-1893), chelista en la Opéra. Sus dos hermanas, Marie (1848-1941) y Jeanne (1857-1890), también eran conocidas en el teatro, especialmente Jeanne quien obtuvo mucho éxito y reconocimiento en la Comédie-Française. Jeanne fue inmortalizada en varios retratos realizados por Renoir. Henri también se formó en la Comédie-Française en 1883. Allí actuó en obras de Molière, y también participó en obras de autores contemporáneos como Feuillet, Sardou y Richepin.