Las rosas de Heliogábalo

Las rosas de Heliogábalo es una de las pinturas más famosas de Alma-Tadema. En ella se representa al emperador romano Elagabalus (Heliogábalo), un psicótico libertino. En este episodio, intenta asfixiar con pétalos de rosas a sus invitados desprevenidos, los cuales caían desde un falso techo. Alma-Tadema, quien era un perfeccionista meticuloso, quería que cada pétalo fuera lo más realista posible, y pidió que le fueran enviados cargamentos de pétalos de rosas desde la Riviera durante el invierno de 1887-1888, así siempre tendría ejemplos frescos. Ésta era una práctica común realizada por Alma-Tadema, quien a menudo pedía flores de toda Europa y algunas veces de África, para utilizar como modelos en sus pinturas, apresurándose a terminar el trabajo antes que las flores murieran.