Puesta de sol

¡Hola a todos! Hoy empezamos un mes especial con el Museo Leopold de Viena, que posee una maravillosa colección de arte austriaco de 1900 que incluye obras maestras de la Secesión, obras de Gustav Klimt y, por supuesto, las de... ¡Egon Schiele! Hoy presentamos un hermoso paisaje pintado por él. ¡Disfruten!

Una vez que se pone el sol, la tierra se enfría, casi como si su luz se hubiera extinguido, como podemos ver en primer plano las bandas oscuras de hierba y las flores diminutas. Dos pequeños árboles se elevan sobre el terreno montañoso en primer plano; las copas de los árboles se entrecruzan con el mar, las islas y el cielo. Cada hoja de las ramitas está seca y se ha endurecido por el frío; las ramas mismas se vuelven una hacia la otra, necesitadas de cobijo. El sol poniente es solo parcialmente visible y las montañas iluminadas a contraluz aparecen en un frío color carmín. Es una despedida de la luz, el calor y la vida. La inspiración de Schiele para esta escena probablemente provino de la costa cerca de Trieste y las dos islas áridas de rocas rojas que se encuentran frente a la costa.

Rudolf Leopold adquirió esta pintura del antiguo mecenas y coleccionista de Schiele, Arthur Roessler, sobre cuyo escritorio colgaba. Leopold fue un coleccionista de arte austriaco; su colección de 5 000 obras de arte fue comprada por el Gobierno de Austria y se utilizó para crear el Museo Leopold, del cual fue nombrado director vitalicio.

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