Supernovas

El arte tiene que ver con la perspectiva. Para ti mismo, puede ser fácil volverte egocéntrico. Reforzamos y elaboramos nuestras propias impresiones, y las confirmamos a nosotros mismos. Muchas veces, simplificamos en exceso los hechos que sustentan nuestras opiniones y hacen que el mundo se ajuste a nuestras suposiciones. Digamos que nos reunimos en una fiesta, y Richard, quien está, francamente, un poco "perdido", le dice a Johanna que no eres una persona precisamente amable, y luego le dice a Catherine que probablemente eres la persona más amable que él conoce. Como te toca conducir, rechazas la última copa de buen vino que te ofrecieron. Johanna tuvo la impresión de que no apreciaste el gesto, ni querías continuar en la fiesta con ellos (en serio, ¿el vino no es lo suficientemente bueno para ti?); mientras que Catherine pensó que era muy amable de tu parte rechazar el vino caro para que Richard (quien lo compró) pudiera tener algo más, ¡tan noble! Este sesgo de confirmación nos ayuda a reforzar nuestras propias opiniones, y la realidad se puede convertir en una constatación del blanco y negro, o podemos elegir la negación de nuestras creencias. Nuestros ojos están algo engañados por lo que queremos ver. Vasarely es un pintor que sabe cuán engañosa puede ser nuestra percepción. Las propiedades ópticas de sus pinturas distorsionan inmediatamente la comprensión de la percepción y, a veces, desafían completamente el reconocimiento. Su trabajo llama la atención al ojo del observador para desencadenar diferentes apreciaciones. Retrasa el impulso inmediato de definición, sugiriendo un significado más profundo de lo que podemos comprender. ¿Qué tiene que ver la creación de Frankenstein (el monstruo) con esto? Él es, como muchos otros personajes complejos, la prueba "no tan viviente" de que creer en nuestras primeras impresiones y tener fuertes opiniones en blanco y negro, la mayoría de las veces nos mantendrá alejados de la verdad. Sofya Marmeladov, por ejemplo, es alguien que realmente me hizo replantear algunos temas como la prostitución... La realidad siempre es más intrincada de lo que evocamos, y esta es la importancia de mirar por más tiempo lo que admiramos, no condenar o aprobar automáticamente de acuerdo a nuestras opiniones y sesgos. Mary Shelley (deberías buscarla en Google y podríamos insertar enlaces en la próxima actualización), autora de la obra, a menudo mal entendida, "Frankenstein o el moderno Prometeo", una vez escribió: "No soy una persona de opiniones porque siento los argumentos en contra demasiado intensos".

Artur Deus Dionisio