Joseph Mallord William Turner fue bautizado el 14 de mayo de 1775, aunque la fecha de su nacimiento es incierta, se cree que nació entre fines de abril y principios de mayo, él mismo decía haber nacido el 23 de abril, pero no hay prueba de ello. Como hoy es 23 de abril, celebremos con su hermosa y triste historia. J. M. W. Turner dominó el arte de la pintura paisajista británica durante la primera mitad del siglo diecinueve, momento en que la pintura paisajista ganó amplio reconocimiento como una categoría de jerarquía en el arte moderno. Imitando a su referente, el histórico pintor francés de paisajes del siglo diecisiete Claude Lorrain (Claudio de Lorena), Turner buscó ir más allá de meras observaciones de la naturaleza, incluyendo dentro de sus paisajes eventos trascendentales del pasado como lecciones de moral. Pero durante la vida de Turner y desde ese entonces, sus pinturas han sido más admiradas por su interpretación virtuosa de sucesos naturales, especialmente los efectos dramáticos de la luz. Por ejemplo, la forma en que Turner representa la inundación de la luz del sol en Glaucus y Scylia, anuncia no sólo las marcadas pinceladas que desarrollarán más adelante en el mismo siglo los impresionistas franceses, sino también el velo del color no representacional de la pintura expresionista abstracta.
Esta pintura muestra un episodio de la Metamorfosis de Ovidio, en la cual Glaucus, el dios del mar, desea el favor de la bella ninfa del océano, Scylia. Turner representa los sentimientos de ella desde los brazos extendidos de su posible amante, cuyas esperanzas han sido destruidas por la celosa y vengativa Circe, hija del sol, que ama a Glaucus. Para asustar a Scylla y alejarla de él, Circe ha transformado a Glaucus en un monstruo marino. Luego Circe transformará a Scylla en una roca, Turner probablemente alude a esto último en los dos rojos brillos que afloran en el horizonte distante.