Claude Monet dijo una vez: “Debo tener flores, siempre y siempre”. El artista vivió durante cuarenta y tres años, de 1883 to 1926, en su casa de Giverny. Además de por los colores, era un apasionado de la jardinería y diseñó su jardín de flores y su jardín acuático como si fueran verdaderas obras de arte. Mientras pasean por su casa y jardines, los visitantes todavía pueden sentir la atmósfera que reinaba en la casa del maestro del impresionismo y maravillarse ante las composiciones florales y los nenúfares, sus mayores fuentes de inspiración. Algunas de las flores favoritas de Monet y que se pueden contemplar en Giverny son las anémonas japonesas, ásteres, capuchinas, albarraces, verbascos, altramuces y peonías. A Monet le apasionaba mezclar diferentes tipos de plantas, desde la más simple flor silvestre a la variedad más rara, siempre que consiguiera el efecto que deseaba. Me gustaría dedicar esta pintura a Caroline, a la que le encanta Monet y que cumple años el 24 de mayo :) ¡Salud para ti y para Ross!
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