Winston Churchill
No podría haber dos campos más opuestos que el del arte y la política – el primero busca autenticidad, belleza, originalidad y espontaneidad; el segundo funciona a través de esquemas maquiavélicos, buscando medios para conseguir un fin. Al arte lo vemos con entusiasmo, mientras que al otro lo consideramos aburrido, tedioso. El improbable autor de la pintura de hoy no necesita presentación política alguna. Churchill no sólo pintaba - alguna vez escribió: “ experimentos con una caja de pinturas de la infancia me conducirían a producir un arreglo completo al óleo la mañana siguiente” – también fue un celebrado escritor que hasta ahora permanece como el único primer ministro honrado con el Premio Nobel de Literatura. En 1920, cuando ocupaba el cargo de Ministro de Municiones, envió cinco pinturas para exhibirse en París bajo el pseudónimo de Charles Morin, donde serían vendidas por £30. Sin embargo, el reconocimiento le llegaría bajo un nuevo nombre, Mr. Winter, cuando, en 1947, la Real Academia le confirió el título de Honorario Académico Extraordinario, después de que dos de sus piezas fueran aceptadas. Pero no siempre lienzos y pintores han jugado un feliz rol en la política. Primero que nada, aquellos que calfican a ésta y a la historia como aburridas, por favor echen un vistazo a la intensa biografía de Józef Piłsudski – este héroe polaco tuvo una vida tan imaginativa como las historias de Jack London. En un episodio, al negarse a competir por la presidencia, su amigo y presidente electo, Narutowicz, fue asesinado. Su asesino fue Eligiusz Niewiadomski, un pintor moderno, cuyo plan inicial era asesinar a Piłsudski. El pintor disparó contra el nuevo presidente durante la inauguración de una exhibición de arte en la Galería de Arte de Zachęta. Churchill alguna vez dijo: “El éxito consiste en pasar de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”, un gran consejo a favor de la humanidad. Si sólo un joven artista frustado continuara pintando después de ser rechazado, dos veces, en su admisión a la Academia de Artes Finas en Viena…. Si cada uno enfrentará las situaciones con la fresca mirada de un pintor, incluso la política se cubriría con el colorido entusiasmo de una historia no contada, así sea triste o feliz.
Artus Deus Dionisio